El relato de los hechos esta vez corre a cuenta de Indra Dely Flores Sánchez, una bartender egresada en gastronomía por la Universidad del Valle de Puebla, oriunda de Huamantla.
A sus 26 años y con una experiencia de vida formidable, un
día antes de su vuelo a Dubái platica sobre su trabajo en importantes cadenas
de hoteles y restaurantes propiedad de Jeques árabes.
La primera escala la hizo en Bahréin, una isla al oeste de
Arabia Saudita donde fue invitada a trabajar apenas era egresada gracias a un
curso de coctelería que tomó en la propia universidad, llegó como garrotera al
Ritz-Carlton. Nada mal para una joven de 22.
Tras dos años en aquella isla del archipiélago, Dely Sánchez
se mudó a Dubái, una ciudad que dice, odió durante el primer año pese a
trabajar en un nuevo hotel de la cadena Marriot.
‘Dubái es demasiado, no tiene intermedios la amas o la
odias, yo la odié el primer año’
‘Chingón’ fue la siguiente parada, un restaurante creado en
concepto por dos sudafricanos y un mexicano, pero de propiedad árabe.
Ahí, Indra trabajó hasta marzo del 2020 cuando el
restaurante cerró debido a la pandemia, cuenta que más mexicanos quedaron
varados en Dubái sin la posibilidad de volver y sin empleo.
Entre sus anécdotas está el haber trabajado con rusos,
sudafricanos y alemanes, ‘pareciera cliché, pero son perfeccionistas’; antes de
partir sonríe y recuerda aquella boda árabe a la que asistió como mesera, lo
dice con orgullo, trabaja en la industria.
También platica sobre su encuentro con Checo Pérez durante
unas vacaciones luego de la F1 en Abu Dabi, los protocolos le impidieron
recibir un autógrafo del piloto.
Sorbe su último trago de té, ella es así simple pero ambiciosa, agradece y se levanta pero en nuestra próxima charla me servirá un cóctel. CG
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